La importancia de los incentivos en los empleados

Con las teorías de Elton Mayo y Niklas Luhmann nos hemos dado cuenta de la necesidad de crear ambientes laborales más humanos y gratificantes par los empleados. Los empleados son seres humanos y, por lo tanto, necesitan incentivos y un buen ambiente laboral para tener un mejor desempeño en su trabajo.
Los empleados son parte importante de las instituciones y organizaciones. Ellos tienen que compartir los objetivos institucionales y la mejor forma de lograrlo es que ellos se sientan parte de la empresa. Pero no basta con sentirse parte de, es necesario que ellos se consideren parte importante y se sientan orgullosos de pertenecer a una empresa que los recompensa, les brinda incentivos, ya sea simbólicos, económicos, o materiales, y no los toma como simples agentes productores o máquinas sin sentimientos.
Considero que esa parte es de vital importancia, porque las empresas crean identidades y sentido en sus empleados. El personal de las empresas es el encargado de difundir esas identidades que los hacen diferentes de otras instituciones. Ellos son los que defienden los intereses de las organizaciones y los que ayudan a crear el prestigio en las empresas. Pero esto sólo se puede lograr, según mi punto de vista, con la integración de las personas al sistema laboral.
Esa integración laboral se logra a través de los incentivos. Los empleados se sienten muy felices al ser ratificados por sus esfuerzos y eso crea más entusiasmo para continuar laborando de forma eficaz y eficiente. Las personas se sienten privilegiadas cuando se les reconoce su esfuerzo. Y el hecho de recibir un bono extra de, por ejemplo, 50 dólares para el supermercado, el que se les brinde premios como electrodomésticos o muebles para el hogar los hace más competitivos y los impulsa a realizar mejor su trabajo.
Las empresas, por su parte, reciben también respuestas positivas de sus empleados. Hay una mejor productividad y un mejor trabajo en equipo. Incluso, si las personas no tienen un gran sueldo o si se genera un nivel de estrés grande para trabajar, el hecho de tener un incentivo los hace mejores empleados, al menos a la mayoría de personas. Por todo ello, los incentivos son evidentemente necesarios y mejora en gran medida el sistema laboral de una empresa.
Claro, no puedo negar que a pesar de estos incentivos las personas siguen siendo explotadas y no reciben lo justo a la hora de recibir sus salarios. Sobre todo en este mundo globalizado en el que el principal objetivo de las empresas es el lucro.